Un monoambiente decorado y amueblado con muy pocos elementos, como si se tratara de una primera vivienda o un depto de estudiante.
Pocos muebles y la cantidad justa de accesorios ayudan a crear un espacio neutro pero a la vez acogedor, económico y funcional, de marcado estilo nórdico minimalista, fácil de mantener y con todo lo necesario para vivir cómodamente.