Un monoambiente en un edificio del año 1929 adquiere nueva vida con una decoración que combina elementos de diferentes épocas.
El monoambiente tiene 33 metros² totales, distribuidos en su mayoría en un ambiente principal y una cocina separada de cómodas dimensiones (más abajo está el plano para una mejor orientación).
En el ambiente principal las paredes se pintaron de greige (gris + beige), modernizando de forma automática todo el espacio. Ahí mismo se pueden identificar varias áreas funcionales, resueltas con muebles de distintas épocas y estilos que crean un conjunto armónico sin competir entre ellos.
La cocina cuenta con una amplia mesada de diseño lineal con espacio para preparar cómodamente todo tipo de comidas, con lugar también para una mesa de comedor de buen tamaño y varias sillas. Desde allí se accede a un balcón donde se armó un living exterior.
El sector del living dentro del ambiente principal del monoambiente se compone de un gran sofá moderno de 3 cuerpos, una mesa de centro pequeña estilo Tulip de Saarinen y una llamativa butaca tapizada con tela a rayas blancas y negras que se convierte en el elemento dinámico de la decoración. Todo queda configurado dentro de una amplia alfombra lisa color gris.
Junto a la ventana se armó un pequeño espacio de trabajo con una mesita estilo rústico, una silla Thonet pintada de blanco y un par de repisas de pino natural de Ikea, un conjunto ecléctico y bien resuelto. Separando el escritorio de la zona del dormitorio, una cómoda antigua hace de elemento de transición entre las dos áreas.
La zona del dormitorio se armó en un rincón del ambiente principal con muy pocos elementos: una cama de una plaza y media y una mesa auxiliar que hace de mesa de luz.
El cubresommier y el duvet, ambos en color blanco, crean un espacio para dormir más neutral y por lo tanto más fácil de integrar al ambiente principal, sin quitarle protagonismo al resto de la decoración.
La cocina separada se pintó en una tonalidad verde claro, combinando con los pisos de madera de pino, la mesada del mismo material y las diferentes plantas que decoran el ambiente.
Para el comedor se utilizaron muebles de diferentes de diferentes épocas y estilos que crean un conjunto interesante y suman la cuota de calidez en contraste con las alacenas y muebles bajo mesada de color negro.
El balcón con pisos y barandas de tablones de madera extiende visualmente la cocina y se integra perfectamente a ella. Allí se armó un pequeño comedor con una mesa y sillas plegables, utilizando como única decoración algunas plantas en maceta y una guirnalda de luces que recorre todo el perímetro del balcón.
Via stadshem.se