Al norte de la isla de Ibiza se encuentra esta moderna y rústica casa pequeña de 45 metros² que hace unos 200 años solía servir de establo y depósito.
Habiendo estado abandonada durante años el deterioro de la construcción era notable, pudiendo rescatar únicamente parte del techo y las paredes. Todo el trabajo de electricidad y agua se hizo desde cero utilizando paneles solares como única fuente de energía.
La elección de los materiales no fue al azar, priorizando los que se utilizaban de forma tradicional en la isla para que la casa no perdiera su identidad original: ventanas y ventanales en madera de Iroko (una madera parecida a la Teca), concreto/cemento y revestimiento de piedras para las paredes.
Como resultado final, una pequeña y cómoda casa de un dormitorio, con ambientes abiertos, espaciosos y bien definidos en los que se combinan elementos rústicos con otros actuales.
El exterior y fachada de la casa. Los trabajos de modernización de la vivienda se centraron en crear una casa con todas las comodidades actuales y que a la vez se integre al paisaje local.
En el sector del living-comedor se conservaron los techos de vigas de madera sabina, un detalle original característico de las viviendas de Ibiza. Al final del ambiente se ubicó el pequeño dormitorio principal, separado del comedor por una pared sin puerta. Sobre el dormitorio se creó un entrepiso al que se accede por una pequeña escalera donde está el escritorio.
En cuanto a decoración el diseño es ecléctico, con muebles principalmente en estilo moderno combinados con alfombras y accesorios de otras épocas. En las paredes se crearon diferentes nichos con estantes para sumar espacio de guardado extra y colocar objetos decorativos.
En el living, sobre la puerta de entrada a la casa, se instaló un pequeño entrepiso adicional que aprovecha la excepcional altura de los techos.
La cocina repite la misma estética que el resto de la casa, con pisos de cemento alisado, paredes blancas combinadas con paredes revestidas en piedra y techos con vigas de troncos de Iroko. Los muebles de cocina en negro contrastan con los colores claros utilizados en las otras terminaciones a la vez que aportan la cuota actual a la ambientación.
En el baño predomina lo rústico con pisos de cemento alisado y paredes revestidas con piedras. Tiene una distribución muy cómoda que se divide en tres áreas: en la parte central se ubicó una mesada de madera natural con dos bachas de porcelana y grifería moderna que se apoya sobre dos paredes a media altura revestidas también en cemento alisado. Estas paredes además dividen el sector de la ducha, sin bañera, y el de los sanitarios, en el extremo opuesto.
En el sector exterior de la casa, una piscina moderna con vistas a las montañas de San Lorenzo y rodeada de plantas autóctonas de la isla.