El antes y después del exterior de una casa que fue transformado completamente a muy bajo costo y con cambios muy sencillos de aplicar.
El proyecto involucró toda la parte exterior de la vivienda, incluidos el jardín delantero y el fondo. Las consignas principales para la reforma fueron las de mantener el presupuesto al mínimo, contratando profesionales únicamente para las tareas que los dueños no pudieran realizar y lograr espacios de bajo mantenimiento. Todos los cambios son de alto impacto y ninguno involucró alterar la estructura original de la casa.
Jardín delantero y fachada de la casa
Tanto el jardín de entrada como la fachada de la casa necesitaban de forma urgente una actualización ya que evidenciaban el paso del tiempo y deterioro. Los colores utilizados en la carpintería respondían a estilos de otras épocas mientras que el blanco de las paredes estaba sucio y envejecido mientras que las canaletas estaban en mal estado y mal ubicadas.
Todas las paredes exteriores se pintaron de color negro (látex exterior Sherwin Williams SW 6991). Los colores oscuros ocultan mejor las manchas y facilitan el mantenimiento. La carpinteria que originalemente era de color bordó se pintó de blanco, creando contraste con las paredes.
El enrejado antiguo del porche se reemplazó con listones de madera de cedro para darle un look más actual y aumentar la privacidad del área de entrada de la casa. Las canaletas originales estaban muy deterioradas por lo que se reemplazaron por unas nuevas que se mimetizan con las paredes pasando desapercibidas. De paso, el desagüe se movió a un lugar menos visible.
Se colocaron ladrillos pintados del mismo color que las paredes formando contenedores tipo canteros muy bajos. También se construyó un camino de baldosas de cemento rodeadas de grava que permiten el drenaje de agua y evitan inundaciones en los sectores de circulación. Ambos hacen que el jardín parezca más ordenado, aportando una cuota de modernidad al diseño.
La clave para todo el proyecto de renovación (además de lo económico) fue el de bajo mantenimiento. Por eso se utilizaron materiales que prácticamente no necesitan cuidados y resisten bien las condiciones climáticas. En este caso, también en el jardín de entrada, se construyó un área de estar a modo de deck pero realizado en cemento alisado. Detrás, se optó por utilizar helechos como cubresuelos, creando volumen y densidad en el diseño.
Arriba, vista de la fachada de la casa ya terminada. Se mantuvieron la mayoría de las plantas, como la rosa china a la derecha y los árboles. Se añadió una palmera y un agave americana que, junto a los helechos, dan un estilo tropical al jardín.
Nota relacionada:
Jardín trasero o fondo
Para el jardín trasero o fondo de la casa los cambios siguieron la misma línea que los del jardín delantero. Comenzaron por pavimentar con cemento la zona adyacente a la vivienda para crear un sector donde ubicar una mesa y bancos de exterior.
La decoración es mínima pero efectiva. Además de la mesa y bancos de madera la ambientación se complementa con un Ficus lyrata en maceta cuyas hojas contrastan con el negro de las paredes. Las guirnaldas de luces aportan el detalle de calidez al jardín.
Un antes y después muy original… Y lo mejor de todo es que fueron cambios sencillos de aplicar y pueden ser realizados por uno mismo a modo de proyecto DIY. También pienso que a esos pisos de cemento se les podría aplicar algún motivo, como el de la nota a continuación:
¿Qué les pareció?
Via gardenista.com
Es bastante sorprendente como el pavimentar el exterior de tu hogar puede cambiarlo todo por completo, creando espacios más limpios, ordenados y agradables. Ya sea con cemento, hormigón u otro tipo de pavimento impermeable o aislante, el exterior de tu hogar estará más protegido con él.