Un departamento pequeño de dos ambientes ubicado en la ciudad de Chicago con una acertada decoración de interiores que, gracias a la utilización de una paleta de color con pocas tonalidades, inspira tranquilidad mientras que resalta la luminosidad natural y hace que el espacio se sienta más amplio, aireado y sereno.
Se trata de un departamento alquilado, hogar de la diseñadora gráfica y fotógrafa Danielle Moss, quien se encargó personalmente de decorarlo en un estilo que ella misma describe como moderno, neutral, rústico y con un poco de glamour.
Las paredes pintadas en un gris bien claro, junto a las molduras en color blanco aportan al living un aire clásico y resaltan los elementos arquitectónicos de la construcción. Esta misma paleta de color en tonos neutrales y reducida en opciones, permite incorporar muebles y objetos decorativos que van de lo moderno y rústico a lo clásico y tradicional manteniendo una estética general limpia en donde todo se complementa.
A pesar del tamaño reducido del departamento, éste cuenta con una chimenea en el living, realizada en ladrillos que se pintaron con el mismo color que las paredes. Los acentos de color están siempre presentes en la decoración, a través de adornos, plantas, flores, cuadros y demás objetos. Pero todo en pequeñas cuotas, creando rincones súper personales y que otorgan carácter al departamento.
Por sobre todos los objetos, destacan en particular los que son en color dorado, que se incorporan a la decoración de manera natural y ayudan a complementar la sensación de luminosidad.
En las fotos de arriba y abajo, vista del escritorio. Dado que la dueña trabaja seguido desde su casa, era necesario para ella contar con un espacio de trabajo cómodo y multifuncional. El sector del escritorio se armó en el área más luminosa del living, junto a las ventanas, con una estética que mantiene la del resto del ambiente y se integra de manera natural. Esto último es sumamente importante cuando se trabaja desde la casa, ya que una vez finalizada la jornada laboral podemos relajarnos y no pensar más en el trabajo.
En la foto de abajo, vista del hall de distribución que conecta los diferentes ambientes del departamento. Es el único lugar en donde las paredes se pintaron en un tono oscuro y sirve para crear un efecto de transición hacia los demás sectores.
En el dormitorio se apostó por la simetría en la decoración. Todo perfectamente alineado: el respaldo de cama gris en capitoné, las mesitas de luz oscuras con sus respectivas lámparas y, lo más lindo de todo, una pared repleta de pequeños cuadros.
En la cocina, una estantería realizada en madera y metal suma espacio extra de guardado mientras que decora el ambiente. Al ser un departamento alquilado, las posibilidades de personalizar ambientes como la cocina y el baño son muy acotadas ya que no podemos recurrir a reformas ni arreglos. En estos casos es un buen recurso incorporar elementos como la vajilla, libros o algún adorno que se destaquen a la vista y desvíen la atención hacia ellos en lugar de lo que no nos gusta del ambiente.
Fotos de Stoffer Photography via Apartment Therapy