Creado por el diseñador gráfico Jason Rubino y la diseñadora de interiores Katie Culley, Candy Black es un «estudio boutique» cuyo objetivo es brindar a sus clientes los últimos conceptos en todos los campos del diseño gráfico y de interiores.
Las instalaciones del estudio son su mejor carta de presentación: un espacio moderno con ambientes sin divisiones y una paleta de color basada casi exclusivamente en la utilización del blanco y el negro, creando un gran impacto visual al instante. Los detalles de distintos estilos generan un área de trabajo informal y que se asemeja más a un loft.
Arriba, vista del área de estar. Una pared de cerámicos blancos dispuestos como ladrillos aportan carácter a los interiores del estudio. Los pisos blancos resaltan el mobiliario y unifican las distintas áreas funcionales.
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