Un departamento pequeño con los metros justos pero con una hermosa decoración de interiores en donde prevalece el blanco, el gris y la calidez aportada por los muebles de madera. Ambientes integrados pero bien delimitados gracias a recursos prácticos y económicos basados en el contraste de color.
El living-comedor, con sus paredes y pisos blancos es todo luz. Un pequeño sillón sin apoyabrazos y una mesita de madera arman el espacio del living, delimitado por una alfombra color ocre.
En el área del comedor, una mesa en madera clara con cuatro sillas Thonet oscuras. Detrás, una vitrina guarda la vajilla y cristalería. Las lámparas colgantes acentúan la sectorización del living y el comedor
A pesar de los pocos metros, la división de diferentes sectores del departamento fue bien lograda con recursos prácticos, como en el hall de entrada, donde las paredes se pintaron de gris y el piso es de madera color natural.
La cocina integrada al living-comedor, también se diferencia como ambiente. Pisos distintos, cerámicos blancos en todas las paredes y mobiliario de color gris oscuro.
En el dormitorio no había espacio para colocar muebles, por lo que la cama es la protagonista. En el espacio de apoyo generado por la ventana, dos plantitas en macetas blancas junto a una simpática lámpara de Ikea dan más color y personalizan el pequeño ambiente.
Via Reimersholme