Con 102 metros² de superficie, este departamento en la ciudad de Copenhague fue la elección de Björn Agertved, un joven artista, y su pareja dispuestos a renovarlo y convertirlo en su hogar.
El estado original de la vivienda no era bueno y las reformas incluyeron cambios que facilitaran la exhibición de las obras de arte del dueño.
Se quitaron puertas e hicieron aberturas lo más amplias posibles para darle fluidez y luminosidad al espacio mientras que los pisos y paredes fueron pintados de blanco. Todo ello generó un gran espacio neutral en donde los grandes y modernos cuadros del artista aportan el color y se llevan las miradas.
El mobiliario se mantuvo al mínimo y objetos traidos de diversos viajes complementan la decoración de este departamento estilo minimalista.
Via vartyahem