En Londres se ubica esta típica casa de arquitectura victoriana que con simples modificaciones se le dio un aire de estilo rústico.
Pisos de madera, paredes y carpintería en general pintada de blanco y colores pasteles aportan simplicidad a un estilo arquitectónico tradicionalmente cargado. El gran jardín hace olvidar que se encuentra en medio de una gran ciudad dando la sensación de que se trata de una casa campestre.