La reforma de este antiguo edificio de origen industrial ha dado como consecuencia un loft pequeño en el que se ha aprovechado al máximo todo el espacio, convirtiéndolo en una vivienda moderna, confortable, práctica y con muchos detalles decorativos que la hacen elegante y fresca.
La acertada elección del blanco para muebles y paredes contrasta perfectamente con la oscura madera del suelo que se ha conservado y tratado para que presente este impecable aspecto. El que toda la casa esté decorada con colores neutros resta dureza y da amplitud visual a todo el espacio.
Aprovechando los altos techos con los que se contaba se hizo una planta superior con dos únicos ambientes. En la planta baja se encuentra la cocina, totalmente compactada en un único mueble de acero inoxidable en el que está la cocina, el fregadero y la zona de trabajo y que junto a la heladera de estilo americano apoyado en la pared del fondo son todo el mobiliario y electrodomésticos de los que dispone esta funcional zona.
Frente a la cocina se ha habilitado una zona de trabajo y a la izquierda una pequeña mesa comedor de cuatro servicios para la que también se ha escogido el blanco en mesa y sillas. A continuación el gran sofá de textiles blancos luminosos, vestido con cojines del mismo color deja paso a una mesa de centro minimalista junto a la que se ha conservado una antigua tubería metálica que bajaba desde el techo a fin de mantener el carácter industrial del que proviene el loft.
Subiendo las escaleras nos encontramos con una preciosa zona de estar, antesala del dormitorio, y para el que se ha escogido un elegante sofá estilo francés con un acabado “muaré” en tonos beige, una lámpara con pie de cristal y pantalla de seda en el mismo tono que el sofá y una mesa blanca de líneas extremadamente rectas y minimalista decorada con varios jarrones y un centro de mesa de estilo moderno.
A continuación, integrada en el mismo ambiente encontramos la cama, vestida de impoluto blanco y a la que un muro de separación a media altura, decorado con algunos cuadros sirve de cabecero. Como mesita de noche se ha elegido una cajonera de oficina en acero inoxidable.
Escondido tras el muro se encuentra el cuarto de baño, moderno y funcional, con una amplia y ovalada bañera de diseño de libre instalación con hidromasaje que hace juego con las demás piezas colgadas al aire que componen este precioso baño, en el que se ha conservado una de las paredes de la vivienda original de cemento sin acabar pintada en blanco y en el que un antiguo y oscuro retrato sobresale de la neutralidad de la pared.
Lo moderno, lo antiguo, lo minimalista, todo ordenado, bien cuidado y cada cosa en su sitio junto a la abundante iluminación de sus amplios ventanales y las plantas naturales han hecho que este loft adquiera el carácter de vivienda acogedora y funcional que su propietaria imaginó cuando lo adquirió y que hoy se ha convertido en su hogar.
Via Nuevo Estilo